sábado, 11 de febrero de 2012

Descanso de los Caballos.

     11-2-2012.

Al igual que el hombre el caballo necesita dormir, pero necesita sólo unas cuatro horas de sueño cada veinticuatro horas. Estas horas las duermen a ratos de media hora aproximadamente y en el momento en el que se encuentre muy fatigado o cansado, generalmente en la noche por ser la hora de menor actividad o después de haber comido. Es curioso pero cierto que los caballos capones duermen más veces y durante períodos más extensos de tiempo que los enteros; al igual que los potros, como cualquier recién nacido, requiere más horas de sueño.

Por su instinto de animal predado, que tan a menudo persiste en su domesticación, es difícil sorprenderlo mientras duerme, a menos que se sienta muy seguro. Si pasara muchas horas seguidas profundamente dormido, sería una presa fácil, es por eso que se ha acostumbrado a dormir por períodos cortos de tiempo.

Los caballos pueden echar un sueño ligero de pie, debido a que pueden bloquear la articulación de la babilla y no sostienen su peso con los músculos, como hacemos los humanos, lo que termina por cansarnos. Sin embargo, para dormir profundamente y alcanzar el estado REM necesitan tumbarse por completo. Normalmente, cuando los caballos viven en libertad no duermen todos a la vez, sino que mientras unos descansan otros permanecen alerta para dar la voz de alarma si apareciera un depredador.

Aparte de dormitar se conocen dos tipos de sueño: S.W.S. y R.E.M.. La fase S.W.S. es un sueño de onda corta, denominado también duermevela; ya que es un sueño ligero de modo que el caballo puede despertarse fácilmente. La segunda fase se denomina sueño de movimiento rápido de ojos, es decir profundo y es el cansado cuando las ondas cerebrales son más largas. Es decir que en la fase R.E.M. el cerebro es activo, pero el cuerpo queda totalmente relajado. El cuerpo ha de estar tumbado, y de lado ya que pierde el tono muscular. Es probable que, al igual que los humanos los caballos sueñan durante la fase R.E.M.

Existe una falsa creencia de que los caballos duermen de pie y que nunca se hecha para dormir. La verdad es que el equino tiene diversos modos de descansar durante el día y la noche. Durante el día es más probable que dormite, esto puede verse en el campo cuando los caballos suelen tumbarse un rato.

Si se halla de pie puede estar dormitando o durante el sueño ligero. Al dormitar bajan la cabeza, relajan los músculos de la cara y los belfos quedan colgando, el cuello queda en posición horizontal al nivel del lomo, es común que descansen una extremidad anterior. Esto lo hacen liberando del peso a una de las patas y apoyando únicamente la parte delantera del casco de dicha extremidad, dejando los tendones y los músculos en estado de relajación. En el caso de que lo haga con una mano, no debe considerarse normal.

El dormitar de pie se debe al, ya nombrado, instinto de animal predado, que el caballo. Esto dos aspectos se ven relacionados porque, si el equino se halla en esta posición, le será más fácil salir al galope en caso de alerta, sólo eleva la cabeza y deriva el peso del cuerpo al tren posterior.

El descanso profundo lo realiza generalmente estando echado. Existen dos posiciones que son las más representativas en el comportamiento del caballo. En la primera posición se dice que el animal está aborregado, y se lo encuentra echado sobre su esternón, sus costillas y su abdomen, sin recargar ninguno de los lados en el piso; las manos quedan flexionados bajo el pecho y las patas dobladas bajo el abdomen y hacia un lado. En la segunda posición el caballo se acuesta sobre todo su costado apoyando en el suelo desde la cabeza hasta la grupa, descansando casi todos los músculos y permitiendo que el caballo duerma.

Si el animal no dispone de un recinto lo suficientemente amplio para tumbarse, queda privado de la fase profunda de sueño y puede manifestarse cansado, de mal humor e incluso neurótico, como consecuencia.
  

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