sábado, 28 de enero de 2012

Herrajes del caballo.

28-1-2012.



Nullus pedis ,nullus equus. He aquí un dicho que no por su antigüedad ha perdido valor.
El herraje se muestra, hoy mas que nunca, indispensable en la vida del caballo. A medida que el caballo fue perdiendo su interes como motor, y pasó a convertirse en deportista, su dependencia del herrador es tanto mayor cuanto mayor es el nivel en que se mueve.
Un buen herrador vale su peso en oro. Un mal herraje puede arruinar un caballo para toda la vida y, desgraciadamente los herrajes incorrectos abundan, y a menudo incluso se fomentan.
El papel del herrador es fundamental para el manejo de nuestros caballos. Un herraje adecuado, realizado de acuerdo con los mas sólidos principios científicos, puede marcar una gran diferencia para el bienestar y las prestaciones del caballo. Divulgar este concepto ha sido la razón de publicar estos artículos sobre aspectos del herraje y cuidado de los cascos.
Los articulos que siguen no fueron escritos siguiendo un guión preestablecido, como si se estuviese siguiendo un libro. Tienen su orígen en las diversas respuestas que se fueron dando a consultas sobre temas de herraje en los diversos foros y paginas web de caballos. Algunos artículos son íntegramente escritos por mí. Otros son extraidos de alguna publicación y en todos se nota la clara influencia de los investigadores modernos sobre veterinaria y herrajes, pues todo hay que decirlo, de ellos aprendemos y en ellos tenemos que reflejarnos, tanto en la práctica diaria como en el estudio de las nuevas técnicas y materiales.
 
Durante largo tiempo se ha creído que el Arte de Herrar se remontaba a una época muy antigua, coincidiendo con la domesticidad del caballo y el descubrimiento de la utilización de los metales; pero en serios documentos históricos y arqueológicos se ha comprobado que aquella idea era equivocada. Los griegos y los romanos desconocieron en absoluto el Arete de Herrar los caballos. En vez de herradura usaron unos botines de cuero, esparto y otras sustancias que ofrecían alguna resistencia al roce del terreno y se sujetaban a la cuartilla mediante correas.
El origen del herrado con clavos, tal y como hoy se practica ha sido y es objeto de acaloradas disputas. Primero se aseguro que en las Galias, en Bretaña y en Germania se herraban los caballos antes de la era cristiana. Ahora bien, de estos ¿cual fue el que invento la herradura y la sujetó al casco por medio de clavos?......no todos los sabios están de acuerdo; unos creen que se debe a los celtas, o mejor dicho a los galos; otros opinan que a los germanos. ¿Y cuando empezaron los galos a herrar sus caballos? Es difícil contestar a esta pregunta aunque hay grandes posibilidades de que fuera en las Galias hacia el siglo VI antes de Cristo. Pero lo que no admite duda es que cuando Julio Cesar conquistó las Galias en el 52 a.c. este pueblo herraba sus caballos y desde hacia tiempo, porque había ya tres clases de herraduras; las onduladas, de claveras rectangulares y las orientales y dos clases de clavos, de clavija de violín y de cabeza cuboide.
Las herraduras empleadas durante la Edad Media, eran mayores, mas anchas y gruesas que las usadas en la Edad Antigua, y la exageración de las dimensiones de dichos aparatos protectores subió de peso cuando los guerreros tuvieron precisión de reforzar sus armaduras y sus corazas para resistir los disparos de las armas de fuego.
¿Quienes practicaban la operación del herrado en la Edad Media y que consideraciones se les tenia? Ya sabemos que durante el periodo galo-romano herraban los galos esclavos o libertos, y apenas se les consideraba en sociedad, pero después a consecuencia del papel importante que la caballería jugó en los combates y de la utilidad, cada vez mayor que prestaba la herradura en los caballos de guerra, la posición del herrador fue engrandeciéndose hasta el punto de recibir distinciones poco comunes en aquellos tiempos.
Los reyes de la dinastía merovingia, y mas aun Carlomagno y sus sucesores, imitados a su vez por los grandes señores feudales tenían a su servicio a los mariscales y herradores. Estos se hallaban a las ordenes del "conde de establo" como lo demuestra la historia de Leudaste que fue herrador y "condestable" en la corte de Caribert. Por todas estas razones era estimado como noble el Arte de Herrar, y por ello formaba parte de las enseñanzas que debía recibir un caballero. El propio Don Quijote nos dice que un caballero andante debía adobar y clavar una herradura. Dejemos en este punto como curiosidad la historia del herrado y entremos en un capitulo, digamos mas practico, aunque no por ello menos interesante.
La aplicación general y sistemática de la herradura al casco de los animales de trabajo no es consecuencia de un capricho extendido y perpetuado por la costumbre; se comprende que tal practica no hubiera alcanzado la difusión que actualmente goza, tan grande, que es practica universal y que son excepción los casos en que se prescinde de ella, si no estuviera impuesta por una necesidad y no ofreciera indiscutibles ventajas. Y así es, en efecto; la utilidad de la herradura esta determinada por los fines que con ella se persiguen, y los efectos que se btienen cuando se aplica metódica y racionalmente son:
  1. Evitar la inutilización temporal de los animales de trabajo, motivada por el desgaste de sus cascos, lo que permite aprovechar sus servicios con mas regularidad y sin otras limitaciones e intermitencias que las necesarias para el descanso. Y para tener una idea precisa de la importancia que tuvola invención de la herradura, baste decir que un caballo desherrado, para compensar el desgaste de sus cascos en un día de trabajo, tendrá que descansar de dos a nueve días, según las condiciones del suelo, de donde se deduce que habría que prescindir de los servicios de este animal, pues resultarían demasiado caros si no dispusiésemos de este aparato protector de sus pies.
  2. Modificar las condiciones mecánicas de la región digital, en el sentido de favorecer el oficio que esta desempeña, bien como columna encargada de sostener el cuerpo en la estación, bien como palanca encargada de impulsar el cuerpo durante la marcha, lo que supone reducir el esfuerzo en el primer caso o aumentar la velocidad en el segundo.
  3. Corregir o atenuar los defectos de conformación o dirección del casco, como también las irregularidades de la marcha que son consecuencia de ellos, evitando, por tanto, la inutilización prematura de muchos caballos y los accidentes a que pueden dar lugar estas ultimas.
  4. Auxiliar de un modo eficaz y decisivo el tratamiento de muchas enfermedades del casco, pues en algunas de ellas el herrado es el principal recurso de que disponemos para su curación.
Pero no todo son ventajas en la practica del herrado: tiene también inconvenientes, por lo que siempre se le ha considerado un MAL NECESARIO. Es un mal porque en mayor o menor grado dificulta el normal funcionalismo del pie, dando lugar a deformaciones del estuche corneo; y es necesario porque no disponemos de otro método mejor para defender el casco, teniendo que recurrir a este, con todos sus perjuicios, para evitar el desgaste de dicho órgano.
En efecto, se ha atribuido al herrado normal cierto grado de deformaciones parciales del casco, tales como la estrechez de talones, alteraciones de las propiedades de la sustancia cornea, deformaciones del tejuelo, atrofia de la ranilla, osificación de los fibrocartílagos laterales del pie, desgaste y ruina prematura de las articulaciones y tendones del pie. No hemos de negar que el herrado puede influir en el desarrollo de estas afecciones, pero hay que convenir que cuando tal sucede es debido a que se efectuó siguiendo una técnica defectuosa; porque si el herrado normal es practicado con arreglo al mas fiel y esmerado cumplimiento de los principios científicos, los resultados perniciosos son tan pequeños que no merece la pena sean tenidos en cuenta, en relación a los beneficios que los animales herrados reportan, incalculablemente mucho mayores que si están descalzos.
Para atenuar tales inconvenientes y perjuicios, ya que evitarlos en absoluto no es posible, las operaciones que comprende la aplicación de la herradura al casco deben de practicarse con sujeción a ciertas reglas e instrucciones derivadas del conocimiento anatómico, fisiológico y mecánico del pie. Es evidente que el herrador no comprendería el fundamento de ellas ni sabría hacer aplicación racional de las mismas si careciese de aquellos conocimientos fundamentales; por grande que fuese su habilidad, no pasaría de serun herrador empírico y rutinario, de quien se podría decir con sobrada razón: que hace lo que sabe pero no sabe lo que hace.
Pues bien: al conjunto de conocimientos, tanto teóricos como prácticos, que son necesarios para herrar bien, ordenados y formando cuerpo de doctrina se denomina ARTE DE HERRAR.
Podemos extraer la conclusión de que los caballos podrian ir descalzos si la mision de la herradura fuera evitar el desgaste del casco, pero realiza ademas otras misiones no menos desdeñables.
El casco del caballo fue diseñado por la naturaleza para moverse en dos aires fundamentales:el paso para ir pastando y el galope para la huida ante los peligros.En la vida natural el caballo no trota durante trayectos largos.El apoyo en estos dos aires hacen que el casco se desgaste mas por las lumbres,por eso la naturaleza las dotó de un mayor grosor.
Cuando a un caballo se le carga con el peso de un jinete cambian el centro de gravedad y los aires del caballo.Ahora son las cuartas partes y los talones los que sufren un mayor peso y un mayor desgaste ,para lo que no fueron diseñados. Por eso los caballos que trabajan descalzos tienen las lumbres largas y hay que recortarselas. Si el caballo gastara sus cascos con naturalidad, se gastarian por igual y no seria necesario un recorte periodico.
De otra parte cuando un caballo esta trabajando, los cascos son el punto de apoyo para una serie de palancas que permiten que el animal se impulse y avance. Este punto de apoyo, en un suelo blando, se hunde y, lo que es peor, se hunde de cualquier manera, provocando distensiones en ligamentos y articulaciones. Este punto de apoyo es base sustancial del movimiento, por eso debemos de dotar al caballo de una base de apoyo amplia y estable. Este objetivo lo conseguimos con la herradura.
Concluyendo un poco: el caballo en libertad puede pasar su vida descalzo perfectamente, pero al exigir de él cosas que no son de acuerdo con su naturaleza(por ejemplo,llevar a sus espaldas a un jinete), debemos proporcionarle las condiciones mas idoneas para su trabajo

Es corriente en el mundillo del caballo que los propietarios se recomienden entre ellos a los distintos profesionales dedicados al cuidado de los équidos. Cada propietario trata de convencer a los demás de las bondades de su veterinario y de la valía y virtudes de su herrador. A menudo ,los profesionales son denostados o alabados ,mas por las relaciones personales que pueda tener con el dueño ,que por los resultados de sus trabajos.
El herrador tiene la desventaja sobre el veterinario que los resultados no son tan inmediatos. Los beneficios o perjuicios de un herrado no suelen manifestarse, generalmente ,de un día para otro. Tal retraso no permite hacer un juicio sobre la capacidad técnica del herrador a un corto plazo, sino que deberá transcurrir un tiempo del que a menudo ni el propietario tiene ni los cascos del caballo consienten.
¿Cómo saber si un caballo está bien herrado? ¿Es un buen herrador? Son preguntas que se oyen frecuentemente a propietarios y jinetes interesados en un buen herraje para su caballo y en la buena inversión de su dinero.
A estas preguntas suele responderse con una serie de tópicos ,con cierto fundamento ,pero que no sirven para generalizar todas las actuaciones del herrador. El profano suele fijarse en la altura y nivel de los remaches, en el grado de descanso de la herradura o en lo agradable que pueda parecer a la vista el casco recién herrado. Pero también es cierto que no son estas las premisas mas importantes en la valoración del herraje. Un clavo puede estar implantado en una grieta para que parezca que está a la altura de los demás remaches. Un casco puede necesitar ser herrado sin descanso para prevenir desparramamientos. Un casco herrado puede parecer bonito y sin embargo haber sido adaptado a la herradura, en vez de adaptar la herradura al casco.
En este articulo trataremos de establecer una serie de parámetros que ayuden al propietario a decidir si un herrador es bueno o es mediocre, y a distinguir un buen herraje de una chapuza. No nos limitaremos a dar una serie de recetas sino que estableceremos las diferencias entre un profesional y otro entre un herrador y un "poneherraduras", entre un casco herrado y un casco con un hierro clavado.
A un herrador nunca se le puede juzgar por un solo herraje. Son demasiadas las variantes que confluyen en un herraje; estado de los cascos, manejabilidad y trato del animal, estado de animo del herrador, etc. El trabajo del herrador ha de ser juzgado en un plazo no inferior a un año, plazo durante el cual el casco ha sido renovado por completo. En este tiempo hemos visto su manera de trabajar , su modo de tratar al caballo y tenemos datos suficientes para hacernos estas preguntas: ¿En que estado se encuentran hoy los cascos de mi caballo? ¿Están mejor o peor que hace un año? ¿Mi caballo se ha recuperado de sus problemas, o por contrario, le han surgido otros nuevos? ¿Se aprecia el confort y la aceptación del herraje en mi caballo?
Un buen herraje
Los talones deben de estar a la misma altura, y la herradura deberá estar centrada alrededor de un eje que normalmente coincide con el eje de la ranilla.

Equilibrio

Esta es la palabra mágica en el resultado del herraje .El casco ha de quedar equilibrado con respecto al remo ,la herradura ha de quedar equilibrada con respecto al casco y al caballo. Difícilmente un caballo podrá ir equilibrado en sus aires si sus remos están desequilibrados, y mas difícilmente aún puede una herradura desequilibrada equilibrar un remo desnivelado. El casco tiene un equilibrio medio-lateral que consiste en la perpendicularidad de las lineas de la corona y el borde plantar con el eje de la extremidad, es decir, no puede estar mas alto de un lado que de otro. Ademas existe un equilibrio antero-posterior ,es decir ,las lumbres y talones deben de estar rebajados de manera que la linea de las lumbres siga la dirección de la cuartilla, lo mas aproximada posible .Visto el casco por su parte palmar debemos de ver una herradura franca, que amplíe la base de sustentación del casco, que cubra bien talones y barras, que proporcione un descanso suficiente para la expansión de los talones al movimiento y que siga proporcionando apoyo al casco que esta creciendo. La ranilla bien cuidada y saneada marcando el centro de dirección de la herradura. La palma, limpia, pero sin adelgazamiento excesivo.
Un buen herraje
Una herradura ha de proporcionar una buena base de sustentación al casco.
Los clavos siempre por delante del punto mas ancho del casco ,para respetar el juego de los talones, abarcando tapa firme y formando remaches lisos y bien encastrados en la tapa. El canto de la herradura bien biselado para evitar las atrapadas ..
Estas pequeñas recomendaciones son siempre subjetivas desde el punto de vista del propietario ,casi siempre profano en estos temas .La falta de conocimientos es sustituida en parte por la charlatanería de algunos "todologos", prestos a juzgar la labor de un profesional sin mas parámetros que los de la simpatía o antipatía que muestre hacia el herrador.
La mejor manera de asegurarse un buen herraje para nuestro caballo es encomendarlo a manos de un buen herrador. Ya que no podemos disponer de un año completo para valorar nosotros mismos los resultados de su buen hacer o de su inepcia, debemos de recurrir al consejo de amigos o, mejor aun, del veterinario. Difícilmente nuestro veterinario nos aconsejará un herrador que no esté a la altura de las circunstancias. A partir de aquí debemos de ser nosotros mismos quienes establezcamos un criterio para valorar la capacidad profesional del herrador, sin consejos interesados por parte de amigos de otros herradores, o asesores cegados por la ignorancia.
Un buen herraje
Diferencia entre un buen herraje (izquierda) y una auténtica chapuza (derecha)

Una herradura que no esta plana se moverá sobre un casco plano, aflojándose los clavos. En un casco que no esta plano una herradura plana girara alrededor del punto mas alto del casco sobre esforzando y rompiendo los clavos. Los pies mal aplomados provocan que el casco aterrice primero sobre una parte del casco desplazando la herradura. Las herraduras que no se adaptan correctamente al contorno del casco o que son pequeñas no aguantan el crecimiento del casco ni su expansión, provocando la ruptura de los clavos o de la pared del casco.
Las herraduras que están mal ajustadas o son demasiado grandes o largas pueden ser arrancadas por los pies de otros caballos o engancharse en vallas, pesebres o remolques. Las herraduras que son demasiado ligeras para un caballo concreto, se doblan o rompen fácilmente. Los clavos colocados demasiado bajos rasgan la pared del casco. Las cabezas de los clavos que son pequeñas dejan las herraduras flojas. La no utilización de pestañas apropiadas sobre esfuerzan los clavos y las paredes del casco provocando su ruptura.

Problemas relacionados con el propietario o jinete

  • No herrar con regularidad
  • Periodo de tiempo inapropiado entre herrajes
  • El caballo camina o trabaja en lugares con barro o malas condiciones
  • El caballo pasa mucho tiempo estabulado
  • Posición incorrecta del jinete
  • Montar con demasiada impulsión
  • El caballo trabaja de forma irregular
  • El caballo trabaja en exceso
  • El caballo no es el apropiado para el tipo de actividad a que lo destinamos
  • Juntar caballos que no se llevan bien
  • No utilizar campanas cuando se detectan problemas

Problemas relacionados con el caballo

  • Mala conformación morfológica del caballo
  • Malos aplomos , que determinaran una marcha irregular
  • Mala calidad de la materia cornea que conforma el casco
  • Comportamiento nervioso del animal
  • Vicios de rascar y golpear suelo o paredes Intolerancia a las moscas
Algunos caballos pierden habitualmente las herraduras, mientras otros no las pierden nunca. Existen unas causas para esto y si somos capaces de entenderlas, podremos prevenir casi por completo este problema, o al menos, nos sentiremos menos frustrados cuando pasa.

La perdida de herraduras es una de las situaciones mas frustrantes con las que se puede encontrar tanto el herrador como el propietario del caballo o jinete. Una herradura perdida provoca una alteración en los horarios del herrador, el aplazamiento de un entrenamiento o de un paseo y puede provocar serios daños en el casco, e incluso, cojera.
Las herraduras suelen perderse en los momentos mas inoportunos, como antes o después de una competición, o justo después de marcharse el herrador. Este problema esta estrechamente relacionado con causas concretas, aunque guste echarle la culpa a la mala suerte. Y estas causas hay que buscarlas en el conjunto formado por el herrador, el propietario, el jinete y el caballo.
Conocer el importante papel que juegan cada una de estas categorías en la perdida de herraduras puede sernos muy útil en nuestro trabajo, previniendo muchos de los problemas y evitando preocupaciones a los clientes. Las herraduras deben estar sujetas al casco durante un periodo de tiempo razonable. El caballo, el terreno, la climatología y el tipo de herradura son factores que intervienen también en la pérdida de herraduras. En resumen, podemos decir que los factores y causas son múltiples, y que no existe una receta única para solucionarlo.
Un periodo de tiempo aceptable para un herraje normal es de unas 4 a 6 semanas. Sin embargo es habitual encontrarse con caballos que necesitan ser herrados antes de las cuatro semanas y otros que pueden aguantar perfectamente después de transcurrir ocho semanas desde su ultimo herraje.
El crecimiento del casco, el desgaste de la herradura y su ajuste respecto al casco determinaran cuando un caballo debe de volver a ser herrado aunque conserve todas sus herraduras. Respecto a los herrajes terapéuticos, el intervalo entre herraje y herraje puede variar bastante de unos casos a otros.
A menudo el criterio para valorar la habilidad y la profesionalidad de un herrador es por cuanto tiempo aguantan las herraduras sin caerse. Así algunos propietarios deciden cuando debe volver a herrarse su caballo cuando este ha perdido una herradura, dejando transcurrir un tiempo que va mas allá de lo razonable. Un herraje concreto en circunstancias normales requiere que la herradura tenga un descanso en los talones y cuartas partes suficiente para acomodar la expansión de los talones, y ha de ser lo suficientemente larga en la zona de los talones para que pueda seguir soportando el peso de la extremidad durante el periodo entre herrajes.
Debemos de tener en cuenta que cuanto mas intentamos complicar los herrajes técnicamente, mas riesgos existen de que algo alcance el talón y se arranque una herradura.
Los caballos que se hierran cortos y estrechos pueden no perder la herradura tan fácilmente, pero no están bien herrados. intentar que el herraje dure mas por este procedimiento es contrario a la salud y la comodidad del caballo.
Cualquier caballo es capaz de arruinar el mejor de los herrajes, ya que el margen entre la herradura que se pierde y la que permanece es mínimo. Todos estos aspectos deben ser tenidos en cuenta por el herrador. Un nivel adecuado de conocimientos, experiencia y habilidad harán posible la identificación y prevención de problemas y evitar las perdidas potenciales de herraduras. Los pies aplomados correctamente conservaran las herraduras durante todo el ciclo de herraje.
Con la variedad de tipos, tallas y modelos de herraduras existentes en el mercado es fácil seleccionar la herradura que mejor se adapte a las necesidades de nuestro caballo.
Se deben usar pestañas en las tapas delgadas o donde se espera mayor presión de la herradura. Sin embargo las pestañas no sirven de nada si el caballo se alcanza. Una buena forma de ganar apoyo extra para el talón y descanso en las cuartas partes, diminuyendo a la vez el riesgo de perder la herradura es biselar el extremo de la rama con una amoladora o la escofina.
La cantidad de descanso y la longitud de los callos vendrán determinados por el tipo de trabajo del caballo, su conformación morfológica y las condiciones del entorno. Un caballo de carreras no podrá conservar sus herraduras anteriores con la misma longitud de callos que un bretón de tiro que marcha al paso. El conseguir equilibrar todos estos factores viene dado por la experiencia. Si se hace bien lo básico, se reducirá al máximo la posibilidad de perder herraduras. Si bien el herrador tiene todos estos factores en la mano, existen otras categorías que no puede controlar.
Nos referimos a aquellos aspectos que son responsabilidad del jinete, del propietario y del cuidador. El herrador debe informar sobre este tipo de problemas potenciales para educarles en como minimizar la pérdida de herraduras.
Si un caballo pierde herraduras constantemente, el herrador puede repasar con el propietario o jinete la lista de posibles problemas y eliminar las causas. Ciertos aspectos pueden cambiarse fácilmente como las condiciones del terreno en que trabaja habitualmente o el periodo de tiempo entre herrajes. Otros solo pueden ser solucionados en cooperación. Las moscas y el barro son otros dos factores muy importantes que provocan la perdida de herraduras.
El golpear constante de las patas contra el suelo para evitar las moscas afloja las herraduras y levanta los remaches. Cualquier caballo puesto en zonas con barro corre el riesgo de perder herraduras, y no porque sean absorbidas por el barro, sino porque este les hace dudar en el apoyo de los anteriores provocando que los pies alcancen los talones de las manos, con el consiguiente atrapan. Si el barro por si mismo arrancara las herraduras, se perderían tantas anteriores como posteriores, lo que no es el caso. Esto puede resultar caro para el dueño, sobre todo si el caballo lleva herraduras especiales, tapas, almohadillas, etc. Es trabajo del propietario reconocer los problemas derivados de una mala gestión.

Antes de proceder a un herraje debe de someterse al caballo a un breve pero detallado reconocimiento. El objetivo de éste es que el herrador pueda hacerse una idea de cómo obrar en consecuencia. Como en este examen deben apreciarse determinadas proporciones y particularidades del cuerpo del caballo, no es correcto limitar el reconocimiento a las características de los cascos.
El reconocimiento debe de hacerse en un sitio liso y llano, con el animal en reposo y en movimiento. Este ultimo requisito no suele cumplirse, por descuido o falta de tiempo. Sin embargo, no solo es importante para apreciar las particularidades de la marcha, sino para saber si existe o no una cojera. No es raro que ,una vez concluido el herraje, el propietario o criador descubran una cojera, en realidad ya existente antes de aplicar las herraduras, y de la que se quiere hacer responsable al herrador. Por otra parte, es cierto que existe la posibilidad de cometer un error, a consecuencia del cual se altere la marcha del caballo. En este ultimo caso el herrador tiene la obligación de corregir su equivocación. Cuanto antes se haga la orrección, menos se dejara sentir la lesión producida.
Para obtener los datos necesarios, se acostumbra a seguir un orden en el reconocimiento, para no dejar pasar ningún hecho importante. A continuación expondré de forma "abreviada" un plan de reconocimiento, en cuyos diversos puntos se expresan las alteraciones que puedan encontrarse en las regiones corporales respectivas.
Antes de iniciarse el reconocimiento propiamente dicho, es necesario ver trotar al caballo en un terreno duro, para evidenciar posibles cojeras. Esta medida es especialmente importante porque obligaría luego a prestar una mayor atención a la extremidad afectada. Buscaremos una cojera unilateral, una marcha rígida bilateral que puede aumentar o disminuir sobre suelo blando.

Generalidades

1-Causa de la necesidad de herraje
El casco herrado puede estar largo, o no tener el eje casco cuartilla recto. El casco puede estar corto o tener el borde solar deteriorado. La herradura puede estar suelta, rota o deformada.
2-El uso a que se destina el caballo.
Según la actividad a que se dedique el caballo nos iremos haciendo idea del tamaño, peso, anchura y grosor de la herradura que le pondremos.
3-Morfología del caballo.
Según su morfología, proporciones y volumen buscaremos relación con la longitud de sus remos, el tamaño de sus cascos, si son grandes, pequeños, etc
4-Alteraciones patológicas
Postura tensa o floja de las articulaciones del carpo o del menudillo, afecciones de la piel. Miraremos articulaciones y tendones (inflamaciones, áreas alopécicas, o peladas por roces y contusiones, cicatrices, arestines, codilleras, alifafes o distensiones de las vainas sinoviales, pelos blancos en las rodillas, indicadoras de rodillas rotas.
5-Observar al jinete
Es de los que les gusta dar caña al caballo? O bien es tranquilo y solo anda poco y al paso. Es jinete de verdad o es un aficionado con pretensiones?

Reconocimiento de las extremidades inferiores

A- Vistas de perfil

1-Aplomos
Tiene aplomos regulares? es plantado de delante, remetido de brazos, corvo, trascorvo, alto o bajo de cuartillas?
2-Angulación
Se corresponden los ángulos de la espalda con el eje cuartilla-casco?
3-Cascos, relación eje cuartilla - casco
El casco esta demasiado alargado hacia delante por desgaste de los talones o del mecanismo del casco? Consecuencias-afecciones de los tendones flexores, inflamación articular, cascos topinos.
4-Dirección de la tapa en las lumbres
Es recta o cóncava? Puede ser deforme, aparentar infosura, tener el rodete coronario alterado. El borde solar puede estar acaballado en la herradura
5-Dirección del rodete coronario
Tiene una inclinación uniforme de atrás a adelante y de arriba abajo? Puede tener una inclinación desigual a causa de una estrechez de talones, la palma muy ancha, infosura crónica, osificación de los fibrocartílagos alares de la tercera falange.
6-Dirección de la tapa en los talones.
Se corresponde con la inclinación de la tapa en las lumbres? Si es mas oblicua revela cascos huidizos y estrechos de talones. Si es mas vertical revela cascos encastillados, topinos o una infosura crónica.
7-Borde solar del casco
¿Esta integro y proporciona un buen apoyo o por el contrario esta roto o muy convexo por delante lo que delata una marcha insegura?
8-Textura de la superficie del casco.
Es liso y con brillo? O por el contrario es áspero y ha perdido el aspecto lustroso. Tiene ceños que revelen cambios alimentarios, infosura o osificación de los cartílagos. Tiene cuartos o razas? tiene un aspecto costroso que revele que padece de galápago o mal de asno?

B- Herraje antiguo

1-longitud de la herradura.
Tomando en consideración la forma del casco y la morfología del caballo, es demasiado corta, o es larga en las lumbres y los talones?
2-Desgaste de la herradura
Es uniforme? Quizás un poco mas desgastada en las lumbres o por el contrario esta mas desgastada en los talones, cosa que revela infosura? esta mas desgastada en una rama que otra? Esto revelaría desde un mal aplomado hasta una anquilosis o fusión de los huesos de la cuartilla
3-Pestañas
Numero ,tamaño y distribución adecuados? Faltan las pestañas? La falta de la pestaña de las lumbres quizás revele un andar arrastrado.
4-Numero y distribución de los remaches.
Separación y altura, delgados, rotos, sobresalientes de la muralla.
5-Clavos, numero y distribución
Ausencia de clavos? clavos rotos? el ultimo clavo esta por detrás del punto mas ancho del casco?

Diferencias entre las extremidades

Extremidades vistas de frente

1-Aplomos
Son regulares? Son izquierdos? son estevados? El giro es de una articulación en particular o de todo el remo en general?
2-Alteraciones patológicas
Buscaremos aumento o disminución del volumen de las articulaciones, sobrehuesos, puntos alopécicos, heridas, rozaduras, cicatrices...
3-Eje cuartilla casco
Se adapta el eje del menudillo al centro y eje del casco? Una desviación en el eje revelaría desde tejuelos rotos a exostosis en las coronas.
4-Forma y tamaño de los cascos
Son regulares? son anchos, estrechos, encanutados?
5-Rodete coronario
El rodete coronario es perpendicular al eje del remo? es paralelo al suelo? Si no es así quizás el casco no este bien aplomado y el caballo cargue mas peso en una mitad del casco que en la otra.
6-Pulpejos o bulbos
Visto el casco por detrás, los bulbos son redondeados y bien conformados? o por el contrario están atrofiados? Están a igual altura?
7-Talones
Sus paredes son verticales o están desparramadas? El surco medio se ve atrofiado y contraído? Esto revelaría dolor en los talones y seguramente putrefacción en la ranilla
8-Herraje
La herradura aun proporciona apoyo a cuartas partes y talones?

EXamen con el pie levantado del suelo

1-Forma del casco
Es regular, es ancho o estrecho? Esta atravesado o con una forma rara?
2-Palma
¿Es regular? ¿es muy abovedada o poco? ¿Es plana? = palmitieso o ¿es abombada hacia fuera? = casco lleno. Cantidad de sustancia cornea antigua y no desprendida. Profundidad de las lagunas de la ranilla. Palma doble?. Distancia entre la punta de la ranilla y el borde solar anterior. Búsqueda de hematomas en la palma. Evidencia de olores fétidos, excrecencias húmedas o proliferaciones de tejido sanguinolento (cáncer de casco)
3-Barras
Longitud y altura. ¿Apoya la herradura sobre ellas? Buscar grietas, roturas de las barras, o remetimientos bajo los talones, lo que indica estrechez de talones.
4-Borde solar (tras retirar la herradura)
Grosor de la pared cornea, está integra o aparecen paredes huecas, paredes sueltas, hormiguillo, coloración. Apoyaba toda en la herradura? Si tiene ensanchamientos en las lumbres puede revelar infosura.
5-Ranilla
Tiene un desarrollo fuerte o débil? Tiene jirones sueltos? está corroída por el estiércol y la orina? Tiene putrefacción o infección? Está desarrollando una pododermatitis verrucosa?
6-Bulbos
Están íntegros? Tienen alcances? están simétricos?
7-Herraje antiguo
Clase de herradura. Es normal o es una herradura especial? Está entalonada? lleva plantillas o talonetas? Tiene almohadilla plantar? Numero y posición de los clavos, Falta alguno?

Plan a seguir para el nuevo herraje

De acuerdo con las observaciones hechas durante el reconocimiento procederemos a desherrar el caballo y rebajar sus cascos de una forma racional y sujeta a los mas sólidos principios del herraje:
1-Tipo y tamaño de la herradura
Debemos de elegir el tipo y tamaño de la herradura basándonos en parámetros tales como el servicio a que va destinado el caballo y sus necesidades de herrado. Plantearemos la necesidad de herraduras especiales y la aplicación de adminículos tales como talonetas, plantillas, almohadillas plantares etc.
2-Descanso
Valoraremos las necesidades de descanso del casco, dándole lo necesario para que la herradura pueda seguir prestando apoyo seguro a los talones y cuartas partes durante un periodo de tiempo razonable (4 a 6 semanas).
3-Justura
Determinaremos la justura necesaria para facilitar el despegue del casco. Valoramos el grado de "rolling" apropiado, desde una ligera incurvatura hasta una verdadera elevación de la parte anterior de la herradura.
4-Particularidades de la herradura
Biselado de los cantos externos, extensiones forjadas en los callos para dar apoyo a las barras, forjado de la bóveda de la herradura para minimizar el riesgo de alcances, realizar el rasurado completo o doble e incluso triple rasurado para ampliar la superficie de apoyo o anchura de la herradura, Aplicación de conos de widea para evitar resbalones, agujeros roscados para la aplicación de ramplones, pestañas suplementarias etc
5-Clavado de la herradura
El tamaño, numero y grosor de los clavos ha de ser el adecuado al tamaño de la herradura, el diámetro de sus claveras, y la cantidad y calidad del casco del que disponga el caballo.

Examen del caballo tras el herraje

Al trote:
Si había cojera comprobar si la marcha es mas desenvuelta. Se encuentra cómodo el caballo con su nuevo herraje?
Al paso:
Controlar el movimiento de las extremidades. Apoyan con firmeza? Controlar que la herradura apoye a la vez con todo su perímetro plantar.
En reposo:
Revisión del herraje en lo referente a ausencia de defectos. Comprobar que el plan de herraje se desarrollo correctamente.
Esta es, a grandes rasgos y de forma abreviada la metodología que se sigue para plantear un plan de herraje para un determinado animal. Para el herrador experimentado apenas le lleva cinco minutos. En un simple golpe de vista se valoran cientos de signos que nos permitirán aplicar un herraje apropiado para cada caballo.
Para valorar el estado del caballo, en cuanto a podología se refiere, para un posible certificado de compra, os parámetros son los mismos. El testimonio del herrador no suele ser tenido en cuenta, ni por compradores ni por veterinarios. El herrador es siempre el pagano de los errores ajenos. Es muy corriente que cuando vas a comprar un caballo y este esté cojo, oír al dueño decir que la cojera fue producida por el herrador que lo herró días atrás, y que le dejo cojo a causa de que es un negligente o un mal profesional.

La estructura del casco esta diseñada para proteger las partes vivas del pie. La tapa o muralla, no es tejido muerto según la creencia de la gente. Simplemente es insensible. Las células van queratinizandose a medida que descienden y pierden toda sensibilidad, lo que no quiere decir que estén muertas. Se nutren del plasma sanguíneo, del que se embeben por osmosis desde la vena marginal que recorre longitudinalmente cada laminilla del casco. Esta hidratación es la que mantiene el casco lustroso, brillante y con el equilibrio dureza-elasticidad que le
De otra parte debemos saber que la muralla la forman dos rodetes o tejidos formadores de casco. El rodete principal es el que forma la parte mas gruesa de la muralla y el rodete perioplico que forma el periople, fina capa de barniz que protege la unión entre la piel y el casco (algo parecido a la cutícula de nuestras uñas).
El casco absorbe humedad del interior del pie y la pierde por evaporación al exterior. No parece probable que pueda absorber humedad del exterior. La creencia que al remojar los cascos, estos ablandan es ficticia. El rodete perioplico o banda coronaria si absorbe agua, se hincha y se pone blanco, pero esto no quiere decir que el tejido corneo absorba agua y mucho menos, que esta llegue al stratum medium. Podemos compararlo al hecho de que si metemos las manos en un cubo de agua, estas se mojan, pero no se hidratan. No es lo mismo mojar que hidratar.
Mantener los cascos
Un correcto mantenimiento del casco y un herraje regular son necesarios para evitar problemas en los pies.
El caballo que vive en libertad no necesita para nada grasas, ungüentos ni pócimas. Solo necesita un aplomado correcto y una limpieza periódica para que no se acumulen piedras o suciedad en las lagunas de las ranillas.
Ahora bien, el caballo criado en cautividad es un caballo artificial, y debemos procurarle remedios que suplan sus carencias. El caballo sale del box, trabaja en arena o tierra, que son altamente abrasivos para el barniz exterior del casco. Después se le mojan los cascos con la manguera, el periople se hincha, y después a una cama de viruta seca de pino, ávida de humedad, que seca y reseca al casco. Este ritmo de humedo-seco es altamente nocivo para el casco. Este cuadro puede ser empeorado por herrajes o aplomados incorrectos que impiden la correcta nutrición de los tejidos formadores de materia cornea, con lo que el casco formado ya será de peor calidad. El resultado de estos dos factores son cascos secos, petrificados, quebradizos y arruinados prematuramente. Las herraduras se caen fácilmente y el animal no puede rendir al cien por cien.
La perdida de humedad se puede reducir aplicando diversos productos que hacen un efecto tapón en la pared del casco. Entre estos están los selladores (Tuff-Stuff de Mustad) que crean una película transparente y que sellan todos los microporos, agujeros viejos de clavos, abrasiones en la pared del casco, sitios por donde se evapora la humedad. Estos productos se aplican en los dos tercios inferiores del casco para no irritar la corona, pues contienen disolventes.
Las cremas a base de grasa animal suelen enranciarse pronto y despiden mal olor. Son sustituidas por grasas minerales, de dudosa procedencia, que si no son de calidad contrastada pueden atacar la materia cornea, destruyéndola o irritar el rodete interfiriendo el proceso de creación de materia cornea de buena calidad..
Algunas sustancias como el aceite de enebro o de laurel tienen la propiedad de excitar el rodete, tratando de atraer mas flujo sanguíneo y, por tanto, aumentar la tasa de producción de casco. No parece que el casco por crecer mas deprisa lo haga de mejor calidad.
Las buenas cremas para cascos, tipo Cornucrescine, Kevin Bacon, etc son caras. Para hacerlas mas accesibles los fabricantes a veces bajan la calidad del producto. Algunas marcas tienen como base el aceite quemado de motores, verdadero veneno para el casco.
De cuando en cuando se ponen de moda sustancias del tipo metionina o biotina. La biotina es una vitamina H que interviene en la formación de queratina, pero no es la única. Una buena dieta cubre con creces las necesidades de biotina del caballo.
Las necesidades fundamentales del casco son una buena higiene diaria con gancho escarbacascos y cepillo. Un aplomado exquisito y un buen herraje permiten al casco nutrirse correctamente. Una dieta completa aporta al caballo TODOS los ingredientes que necesita para formar casco de buena calidad. No se puede sustituir la higiene y un buen herraje con mucha biotina o la vitamina de turno.
Se le puede aplicar al casco una buena crema de cascos, de reconocida calidad y prestigio (lo barato sale caro) o un buen sellador UNA VEZ POR SEMANA, no a diario como se ve en algún sitio. Algún buen remedio casero es el aceite de oliva, el aceite Jonshon para niños, la crema de manos con lanolina, las cremas para la piel, etc, que al menos sabemos que sus componentes son de primera calidad (con la salud de los niños no juega nadie) y nunca harán daño al caballo.

Al contrario de lo que se cree se investiga mucho sobre el herraje. El caballo deportivo tiene unas necesidades estrictas de herraje, y algunas multinacionales y laboratorios se han volcado en el herraje. Lo que pasa es que son temas a los que solo tienen acceso un numero limitado de personas, pues los adelantos se describen en prensa especializada, y su publicación en libros es tardía y a menudo muy cara. Continuamente salen al mercado productos nuevos destinados a favorecer el confort de los animales con problemas-desde resinas de ultima generación hasta programas informáticos como Metron de Epona Tech, que a partir de datos referentes al caballo determina la angulación precisa del casco.
Yo creo como la mayoría de los buenos herradores (lo que no quiere decir que yo lo sea) que existen solo tres clases de herrajes: herrajes normales, herrajes terapéuticos y herrajes malos. Cada uno de ellos comporta el uso de diferentes materiales, que iremos describiendo.
El herraje normal es el que se practica rutinariamente a un caballo que no tiene problemas en los cascos. Su único problema es que los cascos crecen y hay que recortárselos cada dos meses. En estos caballos sigue siendo insustituible el viejo método de clavar con clavos una herradura de acero. Tiene la mejor relación calidad precio, siempre que las herraduras y los clavos sean de primera calidad y el herrador sea competente en su oficio. Hoy día los grandes herradores vuelven a preconizar el herraje sencillo, sin aditamentos inútiles de plantillas o elementos de adición que hacen el herraje mas caro y menos estable. Siempre digo que hay que buscar siempre el mejor resultado empleando los métodos mas sencillos.
Tenemos también el herraje terapéutico, destinado a RECUPERAR la funcionalidad del casco, si este la ha perdido temporalmente (malos herrajes, accidentes o lesiones) y a PALIAR los efectos negativos de una mala conformación o de una lesión crónica. Fíjate que he tenido cuidado de no emplear la palabra "corregir" que considero debiera ser excluida del vocabulario de los herradores, pues es imposible corregir un problema crónico. Para recuperar y paliar disponemos de una amplia gama de materiales que hacen mas fácil el trabajo y, si son bien usados mejoran espectacularmente los resultados. El handicap suele ser su elevado precio, que encarece mucho el herraje. Fuera de las esferas mas elitistas (económicamente hablando) el herrador se ve obligado a sustituir estos productos, empleando toda su pericia (si la tiene) o alargando el tiempo de recuperación de un problema. ¡Cuantos problemas que pudieran ser resueltos hay que ir "capeándolos" por no poder acceder a algunos materiales¡

Herraduras de aluminio

Trataron de sustituir a las de hierro, cosa que no consiguieron a causa de su elevado precio y su menor duración. Su precio oscila de los 3€ de una Fusetti a los casi 20€ de una GE. Solamente tienen una ventaja, su reducido peso, que permite implantarlas con pocos clavos o muy finos. Solamente se fabrican de mano, lo que indica su uso puramente terapéutico. Algunas aleaciones fracasaron al ser malas de reformar, lo que llevaba a tener que adaptar el casco a la herradura.
Herraduras alternativas
En la foto, una herradura de aluminio después de recorrer 200km por pistas forestales.

Herraduras de plástico

Su uso se delimita prácticamente a los trotones, para minimizar el problema de las lesiones por alcances, tan frecuentes en estos animales. Duran muy poco, son difíciles de ajustar, por el problema del clavado. Los caballos tienen tendencia a desarrollar deformaciones en los cascos. Fuera de la arena del picadero se desgastan muy rápido. Su precio oscila de llos 5€ de una humilde herradura de plástico a los 50€ ptas de una Speaker (cada una).

Herraduras de goma

Tienen un alma interior de acero o de aluminio y están recubiertas de caucho. Las mas famosas son las OLLOV, cuestan unos 9€ cada una. Esta herradura se usa mucho en las ciudades por su excepcional agarre en asfalto. Tienen el inconveniente que son malas de adaptar al casco y no se puede trotar o galopar con ellas pues sobre esfuerzan en demasía los clavos, se rompen y se pierden.

Herraduras de pegar

Las herraduras de pegar al casco tienen un inconveniente muy grande, y es que se despegan. El casco, aunque insensible, es un tejido vivo que sufre variaciones en el recorrido desde la corona hasta que desaparece por debajo. Por muy bien que se trabaje el casco, que se desengrase y se caliente, es muy fácil que se caiga el apósito. Los fabricantes dicen que es ponerlas y echar a correr, pero eso no es cierto. Al caballo al que se le pega una herradura es porque no puede clavársela, porque tiene un grave problema, y un caballo con un grave problema ha de estar recuperándose. Las hay de dos clases, la Dalric Cuff cuesta sobre 30€ cada una y la Mustad Easy Glu sobre 36€ cada una.

Tapas de todo tipo y condición

Se suele abusar de ellas. Muchos herradores adelgazan la palma al casco de un modo rutinario y sin explicación científica coherente. Únicamente por darle un aspecto mas atractivo. Con ello la palma se debilita y hay que protegerla después con tapas y plantillas, que aunque protegen, pueden encerrar peligrosas infecciones por anaerobios. De otra parte toda interposición entre el casco y la herradura trae aparejada una menor aceptación de esta por parte del casco, es decir, se cae antes. Su precio oscila de los 3€ de una humilde tapa de plástico negro a las 12 € de las tapas Luwex.

Acrílicos

Últimamente se han desarrollado una completa gama de adhesivos acrílicos de muy buen resultado para reparación de cascos, aplicación de herraduras de aluminio y acero pegadas al casco, almohadillas plantares de la mas variada conducta y condición. El EQUILOX es la mas famosa. En estos dos años últimos la casa VETTEC ha desarrollado resinas que secan en 30 segundos como el SUPER FAST o el ADHERE. Sus almohadillas plantares EQUI-BUILD y EQUI-PACK son inmejorables, pero vienen a costar unos 54€ el cartucho de 180 ml, lo justito para las manos de un caballo de casco pequeño como el árabe.
Esta ha sido una pequeña vuelta a los productos que ayudan al herrador a hacer, si cabe, mas fácil su trabajo, pero encarecen muchísimo los herrajes, lo que los hace casi inalcanzables para la mayoría de los propietarios. Por tercero y ultimo tenemos los malos herrajes, de los cuales debemos huir a toda costa pues no acarrean otra cosa que problemas a los dueños y sufrimientos a los caballos.
Hoy se investiga y mucho. Hay productos muy buenos que se mantienen en el tiempo. Otros productos y otras herraduras duran lo que el agua en un cesto, como vienen se van. Si los recetara la Seguridad Social se verían muchos caballos herrados con herraduras de aluminio, con los cascos reparados con resina, y con calzado de ultima generación. El alto precio y el riesgo de fracaso inhiben mucho a los propietarios y a los herradores capacitados para usar estos materiales. Imagínamos que te cobran 25000 ptas por reparar un casco con resina y a la semana se cae.. Quien quiere la culpa? ¿Vamos a pagar otras 25000 ó va a perder el herrador 15000 ptas de su bolsillo para reponer el "parche" sin garantía alguna de que no vuelva a caer?.

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